domingo, 27 de febrero de 2011

Kagafi intenta incendiar Libia y no le dejan




Lo dice un militar colega de su primera revolución anticolonialista. Tiene un bigote de sandokán y una mirada de tigre del desierto.
Este gallo se cree Nerón y por lo tanto preferirá incendiar el país a largarse a las caimanes.
En el bunker verde las cosas van de mal en peor.
La Otan activa el paraguas fónico y el hijo encargado de la seguridad corren a 110 por hora hacia donde papaíto con el insoportable mercenario del Shad.
Tengo una misión que cumplir previamente le dice al atónito hijo. Entonces desde el asiento de atrás le estrangula un amigo del hijo.
Botan el cadáver en una esquina donde atropellan a una pareja de ancianos.
Para que escarmienten le dice el amigo pasándole una botella de absenta.
Cuando llegan al bunker.Matan a dos merceranrios que con los ojos muy rojos dudan de sus identidades.
Los jóvenes no escarmientan y les esperan que pasen en sus cuatro por cuatro con vidrios polarizados y le arrojan maceteros, hervidores de agua hirviendo ,zapatos con piedras ardiendo.
Los malditos jóvenes dice Kagafi ante la cámara que hace su hija porque ya no quedan técnicos en el bunker.


De pronto suena por unos parlantes sacados de una terraza el sonido de un afilador de cuchillos y el Rey de África se tapa los oídos.
El que amplifica el sonido era el sonidista del bunker y sabe de la pasión de Ga por los puñales, especialmente por los puñales de Toledo.
Corta con la tele.
Su contactoculto en Londres confeso que su jefe le había encargado depositar estos cuatro mil millones de dólares en pirámide segura. No pudimos hacer nada y los otros tres deambulan con los dólares inseguros por Paris.
El sonido del afilador de cuchillos aumenta y el que se cree Nerón se sienta ayudado por su hija y por una de sus guardaespaldas.
Le ponen unos tapaorejas. Una de ellas abre la ventana lentamente y dispara una ráfaga por la ventana.
Cruzan los proyectiles el cielo y quizás alguna bala mató una paloma y sus plumas cayeron lentamente y fueron a dar como esperanza en algún patio interior de la ciudad de Trípoli.
Pero lejos de eso que podría excitar al poeta que lleva dentro el Cleopatro, el rafagazo le dio a un helicóptero de su hijo.
Se le ve perdiendo el control en una pantalla de Alyazira. G ve desde la ventana del bunker como su hijo va cayendo.
El hijo alcanza a disparar su bazuca francés mientras piensa que han matado a su padre y que hay que sacar a las ratas del palacio pero claro esto lo piensa mientras su helicóptero va cayendo.
No queda tiempo y a negro.
El hijo de la seguridad nacional le dice papi lo tenemos muy difícil mira lo que la Onu acaba de decretar.El idiota de Moon se ha meado en los pantalones y ahora.
Lo que me jode de todo estro es que no puedo volar los acueductos para reírme en la cara de toda esta manada de cínicos.
A propósito de cínicos los griegos están en huelga general.
Uno de los líderes de los mercenarios se acerca al profeta y le dice que la pega se pone muy pesada y por lo tanto requieren dinares.
Ga emite una sonrisa leve, como las de G.Robinson que tanto le gusta.
Los insurgentes no atacan.
Rodean y aguardan.
Los mercenarios empiezan a sentir un escalofrío permanente. El hambre y la certeza de querer vivir otra cosa que no sean los 42 años impregnados en sus padres taciturnos.
La noche en Trípoli hace exactamente una semana era otra cosa.
La disco Nerón siempre estaba llena los sábados y los domingos.
Los viernes sagrados eran solamente para la familia y los dos clanes involucrados en los negocios o lo que quedaba de la política tal como uno la puede palabrear sobretodo teniendo a los griegos tan cerca.
La disco Nerón la llevó por varios años.
Los años de la bonanza del PRI del Líbia.

En un descuido Ga escapa con su princesa y los deja a todos en una larga transición.
Muchos salen desconcertados a la calle.
Los comités verdes se transforman en juntas de vecinos y empiezan a organizar la realidad.


Ciento trece dólares el barril de crudo
Que conversando con un colega sobre su desgracia K le preguntaba por un cirujano que le sacara un poco de papada.
Parece que la papada crece cuando uno se sienta en el poder le hablaba K. Peinándose en un espejo mientras el viejo amigo miraba de reojo a su guardaespaldas.
Melancolía.Unos mercenarios ametrallan a unos autos que se dirigían al cementerio. Se aleja el helicóptero.
Otros helicópteros de las fuerzas de élite de la reina madre inglesa advierten a balazos que no jodan,que nos estamos llevando a un centenar pasado de obreros y técnicos.
La llama eterna de la petrolera ilumina las tuberías de aluminio de la planta petrolera.
Obama vuelve a llamarle por teléfono.Fuma.Merkel dice que está de acuerdo.
El petróleo no puede seguir subiendo.
Es hora de actuar conjuntamente.
El Rey Verde mira por la ventana justo en el momento que uno de sus francotiradores cae desde el edificio incendiado del frente.
Al Rey le tirita descontroladamente el ojo izquierdo. Una guardaespaldas con intenciones de matarlo se acerca.

Jordi Lloret

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