jueves, 24 de febrero de 2011

Las ratas que siembran los disturbios


Las ratas que siembran los disturbios

Deberían amarme como yo os amo. Aunque se detiene una décima y dice que ama a su tribu y al resto que les den traición y envidia.
Envidia de que la billetera del tesoro me lo gaste en lo que me cante de los cojones.
Bien puestos porque tengo 6 o 7 hijos en los lugares claves.
Cuando digo seguridad nacional digo hijo. Cuando quiero ver un partido de Barça con el Milán digo que tenemos acciones en el club italiano El Islam o el otro que no me acuerdo. Cuando digo deporte nacional digo hijo.
Con Berlus recuerdo una noche imborrable con mis guardias vírgenes.
(..Dégage,dégage,lárgate,lárgate le gritan en las calles del este tunecino y del oeste egipcio)
A ver si lo entendéis…. voy a purgar casa por casa…..Si los mayores no entendéis que hay que amarrar a los jóvenes drogadictos entonces se los recordaré yo con mis mercenarios que no vacilan en disparar a la cabeza de tantos mierdosos que cayeron definitivamente en el abismo del imperialismo, del sionismo, del periodismo de Alkaeda.
(Aparecen imágenes de Bengasi.Periodistas jugados por nuestro derecho a la semitransparencia de la democracia electrónica)



En Bengasi proyectan su imagen en una pared del frente de la plaza verde. Los gargajos bestiales son contrapunteados con piedras y bombitas rojas.
Y pese a todo Mu se agita como se retorcía el joven tunecino que se inmoló e incendió buena parte del desierto del Sahara.
El coran suena por las mezquitas en una reververancia que rebota en el oleaje y en el silencio horroroso del respeto a los caídos.
Puede que por uno de los primos de Mu que manejaba uno de los Sujoy. No los héroes que se lanzaron en paracaídas.
(Mubarak aparece pidiendo una urgente reunión de los hombres G. Se cuela la última reunión del G8 donde la ratafi aparece produciéndole una leve urticaria a Moon y Barak).
Otros no tuvieron la suerte de sobrevivir. Alcanzaron a ver por Youtube el fusilamiento de un grupo de pilotos que se negaron a dispararle o a bombardear. El pelotón era dirigido por uno de la tribu de K.
Por uno de los amiguis del Cleopatro sangriento.
El petróleo sube en Londres.
Los pozos libios bajan su producción. En uno de ellos han arrojado al ingeniero verde al mar.
Igual le han lanzado un salvavidas. En Bengasi los grupos organizados de algunos barrios han atrapado a 36 mercenarios.
Podrían haberles colgado de la mezquita o de un árbol de la plaza.
Se corta la señal.

Con algunas horas de indiferencia.

Al parecer va a salir nuevamente en la tele. Que se reconcentren los mercenarios en Trípoli. La capital es una ciudad fantasmal donde el espanto le van sazonando los hijos de K.
El calvo que suda por la tele y el encargado de seguridad paseando por las calles en tanques y blindados con sus tomtom de Somalia , Sudáfrica y sus instructores de Sarko y Berlus.

Vuelve a salir en la tele.A su hija no le dieron la pasada en el aeropuerto de malta.
Ya hay un par de submarinos frente a las costas de la noráfrica del Islam, de la mezcla, de una riqueza enorme de personas.
El lector está perdiendo la atención de la lectura.
Mudaijin le pide a la hija que pare de llorar y que tu mierda de marido resuelva ahora vuestra llegada por mar a Marsella.
Mudaijin continúa sus intervenciones televisivas. Le a disparado al que le ayudaba en lenguaje y traductor de inglés.
Oba cree que hay que trabajar en equipo y no cree que en la revuelta del Sahara la pueda llevar Osama.
Es la película “La Red” la que enloqueció a los jóvenes la que les ayudo a botar a nuestros aliados.
Pero a mi quiero puro amor.
Sino… y saca una manguera de gasolinera, apunta a la telespectador/ora y lanza un chorro negro que obviamente nos nubla la vista y debemos detener la vieja percusión.

Otra cámara rápido dice la hijadafi, una rubia entrada en carnes y de mucho desplante ante las cámaras.
El submarino Mandela interfiere la señal estatal y eso parece detener el infernal realiti.
Testimonios Telefónicos de ciudadanos de Trípoli manifiestan su temor por disparos constantes. Con mi señora trabajamos la publicidad de una de empresas del hijo pelotero y petrolero de Gadafi.
Ahora se corta toda la luz y algunas barricadas les vuelve al viejo fuego. Ahora mismo se escucha al alcalde de la Villa Gadafi vociferar contra Gadafi que se niega a y una ráfaga rusa viene de un negro somalí y el alcalde muere como han muerto unos pilotos que se han negado a dispararle a su propia gente.
Ojos que de donde venga el hambre del hambre allí tendréis a esos ojos o como si fueran los ojos de uno de los niños de Haití.

El Coronel mira el facebook y un tic se le escapa del ojo izquierdo. Le cuidan 15 mujeres y su hija. Las temidas Ángeles de Gada y la gordi.
Esas mismas que adora Berlus que insiste en llamar.
Obama le dice a Gadafi que en nombre de la humanidad queda usted detenido. Obviamente no preferirá la suerte de su amado Duce o quizás el abrupto ahorcamiento de tío Hussein.
No, le dice Gada pero en esa reunión del g8 a la que asistí no opinavay lo mismo.
Sarko toma el aparato y le dice que podían hacer un menaje a catre eso sí mi querido profeta que dentro de las suyas, tengo derecho a elegir a una de sus Ángeles.
Berlus me dijo que eran sandías caladas.

Han entrado unos adultos de los comités de los cuarenta años y uno a uno rematan con tiros en la sien a los enemigos de Alkaeda.
Al padre de uno que tenía a su hijo trabajando en Roma.
Putin grita por el móvil que se tome un Suchi y en unas horitas te transformarás en un campesino de orillas del mar muerto.

Al fabricante de zapatos. A un chofer de una línea de autobuses. A los anónimos de siempre les cuelgan trozos de cerebro y sus rictus de este mundo.
Trípoli es como la ciudad medieval sitiada por la sed de realidad amable y defendida por esos granos verdes sin reventar que tiene el Coronel en su rostro.
Los del g8 deciden mirar por la tele como se desarrollan los acontecimientos y ver el raiting del petróleo hasta cuanto sube y apretar el botón de pánico con Peter Selers como protagonista.
(nos acaban de cortar Internet)

Jordi LLoret

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