lunes, 16 de mayo de 2011

Biutiful




JB, como bien dice el portal Cuevaza, en caída libre.
Una película feroz, que roza el espeluznante documental de la realidad de una ciudad
Con su lado urbano y duro.Las carencias de equilibrios.La necesidad de criar a los hijos a como de lugar y de matar veintitantos chinos.
Un hombre se va adentrando en una ruta desesperada.Tráfico de drogas y tráfico de personas.
Como los rostros dolidos, idos,afuentrados, de los ecuatorianos que duermen en la plaza por el terremoto de Lorca.
Está pelí no es lo que nos muestra Woody A también teniendo a Barcelona como plato de fondo.
En esta gran película que es Beatiful, las cámaras, las miradas,la buena fotografía y una música que acompaña al espectador de la mano de buenas actuaciones partiendo por JB.
También hay morenos anónimos que le dan realidad al cosmopolitismo de la capital catalana. Hay un develar las neoesclavitudes de personas que por dos perras son capaces de morir en galpones abandonados.
O en pateras que nunca verán el faro de Lampedusa.
Y los hijos se van criando en la violencia que el padre de la calle y de su angustia de no alimentarles mejor o educarles en un colegio que perdió el rumbo de la educación.
Cada ciudad debería poder transformar las salas de clases en cines, con películas de diverso tipo, con profesores que ayuden a conversar lo que acabamos de ver.
Me toco vivir cerca de 10 años seguidos en esa Barcelona de barrió gótico de piedras duras y miradas rápidas , de afrakas y sudacas dispuestos a sobrevivir en la universidad desconocida.
El puerto mediterráneo que yacía en un cuadro que habito mi infancia conconina.
En ese cuadro también estaba Beatiful y el acierto.

Este cine ayuda a no dudar en intentar la redistribución ekológica de la marraqueta de oro.
Gracias Iñarritu!.

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