Los violentos desordenes callejeros en París, Lyon y otras ciudades galas volverán a repetirse esta semana por un nuevo llamado de los sindicatos y los estudiantes franceses en contra de las medidas neo liberales adoptadas por el presidente Sarkosy.
Una caída vertiginosa en las encuestas del presidente Francés, refleja la oposición del pueblo a medidas como el aumento de la edad de jubilación de 60 a 62 años.
Severos problemas de abastecimiento de gasolina. Huelga de transportistas.Protestas de emigrantes. Un panorama muy complicado para esta semana. Las huelgas le están costando a Francia cerca de 300 millones de euros diarios.
La reforma del sistema de pensiones ya fue aprobada por el senado y mañana es el turno de la cámara de diputados. Es la dura realidad de un miembro de una comunidad europea que tiene cada vez más adultos que mantener y tasas de natalidad muy bajas.
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